domingo, 6 de marzo de 2011

La Psicología Medieval.



La Alta Edad  Media: La psicología  Islámica.

Este provebio podría considerarse como el lema de la psicología tanto de la Alta como de la Baja Edad Media. San Agustín, como ya hemos visto, quería conocer a Dios y al alma humana

En nuestros días, la palabra “psicología” designa de modo vago la ciencia de la mente, y su significado suele variar en función de las distintas teorías que tratan del funcionamiento de ésta. La palabra griega “psique”, de la que se deriva el término “psicología”, quiere decir “alma” en un sentido amplio. He usado la expresión “psicología espiritual del Islam” para distinguir a esa psicología que sólo se cuestiona ciertas funciones de la mente de la que abarca el vasto dominio del espíritu humano, cuyas fronteras son casi ilimitadas. La ciencia de la mente tiene por objeto el examen de los instrumentos mentales con los que está equipado el hombre, mientras que la ciencia del espíritu estudia y trata de definir, fundamentalmente, las fuerzas directrices que manipulan esos instrumentos, los encauzan en un determinado curso, y conducen al ser humano hacia su destino final. Esta psicología espiritual ha sido estudiada con esclarecedora visión y riguroso detalle por los grandes doctores del alma islámicos.





Fases del alma
Dichos doctores dividen el alma en tres partes principales. Aquí, el término “parte” no debe tomarse en el sentido de unidad que esté separada y aislada de otras unidades, sino más bien como fase coexistente con otras fases del alma o “centros de energía”, cada uno de los cuales se entrecruza e interactúa con el otro en cierta medida. Estos tres centros son, en primer lugar, el nafs, que es el yo egoísta o concupiscente, en segundo lugar, el qalb, el corazón o yo inteligente y en tercer lugar, el ruh, el yo espiritual e intuitivo.

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